

La etapa ilusionada
Es un placer, leer.
Es ser humano, hacerlo.
Un mundo sin libros sería como un antro en sombra, un horrible destino, la noche eterna en el pensamiento inexistente.
Fernando Marty Méndez


El Hombre Dios
Me sorprenden las palabras de algunos sacerdotes que miraban a Jesús como algo fuera del mundo, lo que se contradice con su vida y sus palabras por completo. No es un místico inalcanzable, es un hombre.
Aprecia los campos llenos de mies para la siega, los frutos de la tierra, el pan y el vino, el hogar, la amistad, el trato con las gentes, la salud de los cuerpos y de las almas de todos cuantos con él se relacionan, pues nadie queda afuera de su interés, llama y habla para todos. Desea el agua del Pozo de Jacob, y se la pide a una mujer que ha tenido cinco hombres en su vida, por lo que es fácil imaginar que se trata de una mujer hermosa, con la que tiene un diálogo como un hombre y una mujer que se encuentran.
Es un hombre y es Dios en una misma persona. Tiene amigos, muchos, en que unos le siguen hasta la muerte y otros le abandonan en el discurrir de la vida y su suceso, exactamente igual a como nos ocurre a todos en el mundo y en la vida.
Es un pensamiento que Jesús, el nazareno, el galileo prodigioso, el Hijo del Hombre, el Mesías...es un hombre verdaderamente.
La Inaprensible Esencia
No me gustaba leer versos, y quería hacer poesía, una perplejidad que me tenía íntimamente preocupado. Hasta que entendí que hacer poesía y escribir versos pueden ser dos actividades distintas. Conocer la estructura del ala no es suficiente para poder volar.
El sentimiento poético es una segunda naturaleza que nada tiene que ver con la rima empleada, más o menos forzada o suelta, en palabras entrelazadas en sonidos y conceptos que nos acercan a esa delicada esencia. El misterio está en su adentro. Cuando parece que una palabra ha sido inventada, creada, para ponerla allí, en aquel verso, donde brilla como una piedra preciosa.
Y me puse a escribir versos. Verso libre, no sujeto a traba alguna. En casa, en la calle, en el trabajo años después, durmiendo, cuando al despertar iba con urgencia a buscar un lápiz y un papel para anotar unas palabras entrelazadas que solas se han ligado durante el sueño, y es preciso aprisionar, hacerlo eterno. Luego, leer los versos hechos procuraba una identificación fantástica de propósitos. Una emoción, un descubrimiento, un estado de gracia intelectual, una madurez que ya es nuestra, nadie nos la puede quitar.




Miscelánea
Iniciación al caos
Tal vez, escribir aquello que de momento se nos ocurre
o vuelve
o se recuerda puntualmente
es posible
que genere un libro disparatado.
Bueno, y por qué no.
Entendemos, amamos aquello que fue útil y necesario, y ya no lo es. Somos, en ese instante, plenamente humanos, humanistas.
Fernando Marty Méndez
El Quijote (versión)
Texto fiel original y auténtico de su ator, regularizada la ortografía, acentos, puntos, comas, palabras. Suprimidas cientos y cientos de páginas, en una fácil lectura deliciosa a la mentalidad y conocimientos actuales.
Un acercamiento al libro fabuloso y más genial escrito, aparecido en aquellas Españas de hace 400 o 500 años. Porque no sabemos, no se sabe, cómo escribía Cervantes. Los papeles que entregaba al editor no se conservan lo debido para conocerlos. Pero analizando sus versos, su poesía, algo se puede ver.
En aquel tiempo se procuraba, ante todo, reducir páginas, y así los editores realizaban textos compactos como ladrillos de letras, y el punto y aparte era raro, se evitaba.
Ahora, siendo viejo, es mi deseo facilitárselo a otros muchos, fervientes enamorados de la lectura del idealismo, en este mundo prosaico y cuerdo.




La vida ausente. Pensamientos.
Los sueños
Fue un tiempo de mi existir muy interesante. Era como estar existiendo, y fuera de cuanto el mundo es y significa. Empezar a entender algo y no saber nada. No saber dónde colocar los sentimientos que empiezan y no se halla lugar alguno para ellos. Estar enamorado de cuantos imposibles nos rodean y sin embargo no existen para nosotros, ausentes de todos ellos.
Apetecer. Esa desgracia irremediable para el conocimiento. Andar y no tener camino. Dar pasos en el aire. Una serie de especialísimas circunstancias me hicieron dejar de ser un niño y hacerme adulto.
Páginas Sueltas
Una Memoria escrita es una reflexión posterior a unos hechos, pero algunos de ellos pueden ser incomprensibles desde sí mismo considerados, porque van entreverados en sentimientos. Estoy escribiendo a la altura de los 75 años, cuando esa reflexión ya ha sido posible.
Entendido que vamos hacia algo entre el ruido del mundo, mientras se va realizando eso que llamamos destino. Es el misterio humano, su ley. Pues no somos solamente naturaleza, y entenderlo así es una prioridad del entendimiento para andar claro el camino.
El que escribe se ha esforzado al máximo en dejar visible la ambivalente personalidad humana, lo que no está en la mente de algunos, pero estamos puestos enfrentados a una esquina, en el vivir, en el ser. La vida es un andar hacia donde no se sabe.
Por eso, para ello, por su dificultad, este libro se ha escrito de manera valiente, tal vez provocadora, y a vuela pluma, sin volverse atrás de lo que queda escrito aunque algunas páginas sean enormemente conflictivas. Así son los recuerdos que nos asaltan, llegan de manera impensada y se sitúan en la mente, y ahí están.
Un libro que no se terminará, ya lo sé. Pues así es el recordar, un laberinto. Así se escribe este libro de una vida. Nuestra existencia, el vivir, es como una apertura infinita hacia algo. El misterio humano.

